domingo, 31 de octubre de 2010

4 libros, un nexo de unión y el inicio de una posible colección, Berberova, Nabokov, Leskov y Paul Morand









Ya me ha pasado otras veces que cuando compro un libro, es como si iniciara una colección. Ya en la propia librería me sucede; empiezo a ver como el que llevo en la mano, se relaciona o crea un lazo con otro, y este a su vez con otro, y de repente me veo con 2, 3, o 4 libros, que están unidos entre si porque tratan del mismo tema, o porque tiene la misma nacionalidad, o son de la misma generación o...

Por lo tanto cuando compré Nabokov y su Lolita de Nina Berberova, recordé un pequeño libro de la editorial Penguin sobre Nabokov, comprado hace casi 10 años. Es de esos que están llenos de información gráfica. Las biografías que me gustan, ya que no las concibo sin imágenes. ¿Como puedes leer la vida de una persona y no poder ver como era realmente, como se vestía, como era su entorno, etc...? es como si te faltara algo y la información te llegara incompleta.

Volviendo a Nabokov, lo encontré en mis estanterías junto a otros dos libros que lo acompañaban, Le Paon de Nikolaï Leskov y Fleche d'Orient de Paul Morand. Y de nuevo estos libros por azar se habían encontrado, el nexo de unión era un país, Rusia. Y así cuatro libros y cuatro autores reunidos: Berberova y Nabokov, Leskov y Paul Morand.

Empezando por el ultimo Flèche d'Orient de Paul Morand, Edit. Gallimard col. Folio 1999.
Morand nos retrata a Dimitri, un ruso blanco instalado en París donde intenta olvidarse, de su herencia eslava, su lengua, sus raíces, su religión, y ser únicamente francés. Hasta que una noche, en una apuesta que pierde, se compromete a ir a Bucarest en un día, en busca de un kilo de caviar fresco. A partir de aquí se reencuentra con sus orígenes e inicia un camino de retorno hacia sus antecedentes.
Toda la historia está dirigida por la prosa de Morand, instantánea, vivaz que nos describe lugares y ambientes con total precisión. Un libro de solo 110 paginas que se lee en un corto espacio de tiempo y que puede ser una introducción a la obra de Morand, un escritor esplendido.

Le Paon, Pavline et Liouba de Nikolaï Leskov fué publicado en 1784, de el dijo Tolstoï "Le temps de Leskov n'est encore venu. Leskov est un écrivain de l'avenir", un escritor denostado por los medios conservadores y por los progresistas.
Este relato está inscrito en el Ciclo de los Justos, en el que el escritor presenta personas simples y frustradas, pero que dan pruebas de gran compasión y ayuda a las víctimas de la estrechez y el egoísmo, en la que estaba inmersa la sociedad rusa del XIX. Personajes que actúan movidos por una intensa fe religiosa al margen de la dogmática Iglesia Ortodoxa.
Pavline el mayordomo de una rica viuda lleva con despiadada mano de hierro el control de los inquilinos de los apartamentos de los que vive su señora. Pero Pavline, por amor, inicia un camino, al que se entregará en cuerpo y alma. expuesto a sufrimientos indecibles en su lucha contra la mentira y la injusticia, llegando hasta llevar el nimbo de la santidad.
Un texto del siglo XIX dedicado a los amantes de la literatura rusa, para aquellos a los que les gusta Tolstoi, Dostowiesky, Turgueniev, Chejov...
Esta edición es de Éditions de l'aube, 1999.


Y finalemente Nabokov y Nina Berverova (autora entre otros libros de La acompañante).
Nabokov y su Lolita, o el flujo ininterrumpido de la conciencia. Nuevamente los años 50 ya que el libro de Nabokov se editó en París en inglés en 1955. Nabokov en el postfacio de su libro en la edición estadounidense (tal como nos dice Berverova) hace esta declaración de intenciones: "para mi una obra de ficción solo existe en la medida en que me proporciona lo que llamaré lisa y llanamente un placer estético..." y a partir de aquí Berverova salta del placer a la ironía de Nabokov.
Nos explica como Lolita es, en el fondo y entre muchas otras cosas, una lucha entre Humbert Humbert y su doble, entre Humbert Humbert y su rival. Y Berberova hace una búsqueda de los antecedentes del tema de Lolita en la literatura rusa anterior a Nabokov, siguiendo con un análisis profundo de la obra y de su autor.
Pero independiente de lo interesante que sea el texto de Berberova sobre Nabokov y su libro, vale la pena leer el postfacio de Hubert Nyssen, su editor, que nos explica como este libro tiene una segunda lectura
"así concebí que podían hacerse dos lecturas de Nabokov y su Lolita. Una que invita a una reflexión explícita sobre el genio particular de Nabokov; la otra, implícita, sobre el doble exilio que conoció Berberova en la vida y en su carrera de escritora."
La edición es de La Compañía y Paginas de espuma, 2010.

Y como colofón algunas páginas de la biografía de Nabokov, en las que hay mariposas dibujadas por el, ya que el escritor era especialista, entusiasta y coleccionista de ellas.

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